El verano y el invierno son dos épocas donde regular la temperatura en nuestros hogares resulta fundamental, sobre todo si vivimos en zonas muy cálidas o muy frías. El coste energético de mantener una temperatura agradable en nuestra vivienda resulta en ambos casos elevado. Esto se debe a que tanto el aire acondicionado como la calefacción consumen grandes cantidades de energía para funcionar.
Existen algunas formas sencillas de preparar mejor nuestra vivienda para el invierno con el fin de conservar mejor el calor y, por tanto, de ahorrar en la factura de luz o gas.
01. Deja que entre el sol durante el día y baja persianas y corre cortinas por la noche
Permite que tu hogar se caliente durante el día de forma natural dejando que entre todo el sol posible. Sube persianas y corre cortinas para aprovechar el efecto invernadero. Al atardecer, haz el camino inverso y cierra todo para conservar el calor acumulado del día. Las ventanas, que no están tan bien aisladas como las paredes, son una fuente de pérdida de calor.
02. Cierra las habitaciones que no uses
Si mantienes encendidos los radiadores de una habitación de invitados que está libre, una buhardilla que no usas o un cuarto donde solo guardas cajas, estás desperdiciando energía en calentarlas. Si cierras los radiadores, los conductos de ventilación y las puertas de esas habitaciones, ahorrarás en tu factura de calefacción.
Permite que tu hogar se caliente durante el día de forma natural dejando que entre todo el sol posible. Sube persianas y corre cortinas para aprovechar el efecto invernadero.
03. Elimina las corrientes y las fugas de aire
Sellar nuestro hogar para evitar que haya corrientes y fugas de aire resulta sencillo, efectivo y económico. Por ejemplo, podemos tapar con masilla las grietas que existan entre la pared y los marcos de puertas y ventanas. También podemos usar burletes alrededor de los marcos de puertas y ventanas para reducir al mínimo el espacio por donde entre el aire.
04. Reorganiza tus muebles
La pérdida de calor radiante de nuestro cuerpo al sentarnos junto a una ventana en invierno puede aumentar nuestra sensación de frío. Nos encontraremos más a gusto si nuestros muebles no están pegados a un gran ventanal o junto a una pared exterior. Tampoco resulta recomendable colocar grandes muebles pegados a los radiadores. Si lo hacemos, los muebles absorberán el calor emitido por el radiador, que no se propagará por la habitación.
05. Coloca alfombras
Las alfombras no solo ayudan a que nuestros pies se mantengan calientes. También ayudan a atrapar el aire frío debajo y evitan de esta forma que circule por la habitación. El suelo, si no está aislado correctamente, puede suponer hasta un 10 por ciento de la pérdida de calor de un cuarto. Las alfombras pueden ser ese aislamiento que nos ayude a conservar mejor el calor.
06. Reduce el termostato a la temperatura más baja que te resulte cómoda
Baja la temperatura del termostato a entre 18-21 °C. Reducirla un par de grados puede suponer un ahorro importante en tu gasto de calefacción. Baja el termostato a 15 °C por la noche o cuando no haya nadie en casa para ahorrar aún más. Paralelamente, compensa esta bajada en la temperatura manteniéndote abrigado y equipando tu cama con una manta gruesa o un edredón. Es más barato calentar tu cuerpo que tu vivienda.
07. Reduce también la temperatura del calentador del agua
Aproximadamente el 18% del consumo de energía en el hogar se destina a calentar agua para las duchas, los platos y la ropa. Los calentadores de agua, al igual que la calefacción y el aire acondicionado, constituyen uno de los grandes consumidores de energía en el hogar. Estos dispositivos mantienen constante la temperatura del agua que hemos establecido en su termostato, encendiéndose y apagándose continuamente. Baja la temperatura de tu termo eléctrico a 50 °C máximo para ahorrar dinero.
Baja la temperatura del termostato a entre 18-21 °C. Reducirla un par de grados puede suponer un ahorro importante en tu gasto de calefacción.
08. Usa paneles reflectantes para los radiadores
Los paneles reflectantes para radiadores son láminas fabricadas con espuma aislante y una superficie metálica. Se colocan detrás de los radiadores que estén instalados en paredes que den al exterior de la vivienda. El panel reflectante consigue que el calor, que de otro modo se escaparía a través de la pared, se refleje y se retenga en la habitación.
09. Cambia a bombillas LED de bajo consumo
El invierno contamos con menos horas de luz natural y dependemos más de la iluminación artificial. Por otro lado, el teletrabajo se está extendiendo como modalidad laboral, y eso supone mayor uso si cabe de la luz artificial en el hogar. Las luces LED son la opción de iluminación más eficientes. En comparación con las bombillas tradicionales, emplean un 75% menos de energía y duran 25 veces más. Además, no debemos olvidarnos de apagar cualquier dispositivo que no estemos usando y/o que se encuentre en modo de espera si queremos reducir aún más el consumo de energía eléctrica.
10. Aprovéchate de la energía solar
Una instalación fotovoltaica de autoconsumo funciona perfectamente a lo largo de todo el año. Su rendimiento en invierno es igualmente bueno ya que depende de la cantidad de luz solar que recibe, no del calor del ambiente. Es más, los paneles solares generan electricidad de forma más eficiente si las temperaturas son más suaves. Toda la energía que produzcas con tus paneles solares durante el día te saldrá gratis. También en esta época del año.
En Tictacsolar queremos trabajar contigo para que puedas beneficiarte de todas las ventajas de la generación de energía solar en tu hogar y ahorrar en tu factura de la luz también en invierno.