La tecnología de la energía solar progresa constantemente. Los paneles solares que se fabrican son cada vez más eficientes y con una vida útil más larga. Actualmente pueden durar entre 25 y 30 años. Pero para sacar el máximo rendimiento a nuestra inversión en placas solares y asegurarnos de que los paneles duren lo más posible, es fundamental que los mantengamos correctamente.
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Como consecuencia, la limpieza es un aspecto del mantenimiento de nuestra instalación fotovoltaica de autoconsumo que debemos tener en cuenta. El hecho de que los paneles solares no cuenten con partes móviles facilita enormemente su mantenimiento. En este post compartiremos algunas cuestiones esenciales para realizar un buen mantenimiento de nuestros paneles solares.
¿Por qué debo limpiar mis paneles solares?
La eficiencia de nuestros paneles solares puede verse afectada negativamente si se acumula mucho polvo, excrementos de pájaros, hojas de árboles o polen sobre ellos. Esta capa de suciedad, cuando es suficientemente gruesa, impide que las placas solares aprovechen toda la luz que incide sobre ellas para generar electricidad.
Se ha calculado que el rendimiento puede bajar entre un 15 y un 25%. En consecuencia, ese porcentaje de electricidad que dejamos de producir, en definitiva, esa pérdida de eficiencia, nos repercutirá de dos maneras. Por un lado, requeriremos consumir una cantidad mayor de electricidad de la red eléctrica general y, por tanto, notaremos una subida a final de mes en nuestra factura de la luz. Y por otro, tardaremos más en amortizar la inversión que hemos realizado en nuestra instalación fotovoltaica de autoconsumo.
¿Con qué frecuencia debemos limpiar nuestros paneles solares?
Para evitar esta pérdida de eficiencia, en general será suficiente con una par de limpiezas al año. No obstante, los escenarios con que nos encontramos son variados. Por ejemplo, si vivimos en una zona donde llueve mucho, es posible que con una limpieza anual sea suficiente. Por el contrario, si apenas llueve, o si nuestra vivienda se encuentra en zonas donde hay mucha contaminación, por ejemplo, junto a fábricas, aeropuertos o autopistas, es posible que necesitemos limpiar nuestras placas solares más de dos veces al año.
No existe una época del año especialmente recomendable para estas tareas. El polvo, el humo, el hollín y la contaminación pueden acumularse durante cualquier estación. Por otro lado, los árboles y las plantas pueden generar muchos desechos. Por tanto, podríamos hacer una limpieza en primavera después de la temporada de polen y una segunda en otoño después de que hayan caído las hojas.
Por último, otro factor importante es la posición en la que han sido instalados los paneles. Si están montados en plano, es posible que haya que limpiarlos con más frecuencia que si se encuentran inclinados. El agua de la lluvia puede acumularse sobre ellos y tender a formar una capa de barro al evaporarse. Por el contrario, si se montan en ángulo, el agua de lluvia correrá sobre su superficie y arrastrará la suciedad.
Cómo limpiar los paneles solares
Como hemos visto, los paneles solares apenas requieren de mantenimiento para funcionar correctamente y generar electricidad a partir de la energía solar que recibe nuestro hogar. Antes de emprender cualquier tarea de mantenimiento, debemos consultar con el fabricante o instalador sobre recomendaciones específicas para nuestros paneles solares. Y también muy importante antes de limpiar: debemos apagar la instalación fotovoltaica para evitar cualquier riesgo de fuego o descarga eléctrica, por pequeño que sea.
La limpieza es el tipo más frecuente de mantenimiento que deberemos realizar. Nuestros paneles solares pueden acumular polvo y suciedad, especialmente tras largos periodos sin lluvia. Podemos intentar lavarlos desde el suelo y sin subirnos al tejado con una manguera de jardín y una extensión telescópica a la que acoplaremos un cepillo doble al final con una hoja de plástico en un lado y una esponja cubierta de tela en el otro.
Sin embargo, es posible que necesitemos una limpieza más a fondo si se ha acumulado demasiada suciedad. En ese caso, habrá que limpiar los paneles desde el tejado con una esponja o un paño suave, y agua tibia y jabón suave. No se necesita ningún producto o equipo especial. Tampoco habrá que realizar ninguna tarea de limpieza sobre el cableado que se encuentra en la parte baja de la instalación fotovoltaica.
Precauciones importantes
Existe una par de precauciones importantes. La primera es que las placas solares pueden alcanzar altas temperaturas cuando están expuestas a mucho sol. Por tanto, es conveniente realizar estas tareas de limpieza de nuestra instalación solar en días de temperaturas suaves, y especialmente, por la mañana o por la tarde cuando el sol incide con menos intensidad. Además de riesgos de quemaduras, evitaremos que el agua que usemos se evapore rápidamente.
En segundo lugar, en caso de que necesitemos subir al tejado y trabajar en altura, tomaremos precauciones y emplearemos medidas de seguridad como el uso de un arnés y del casco de protección. Evitaremos limpiar después de que haya llovido porque las superficies serán más escurridizas. Si no podemos realizar esta tarea de forma segura, lo recomendable será que nos pongamos en contacto con un equipo de limpiadores profesionales de paneles solares.
Mantenimiento anual de la instalación fotovoltaica
Una vez al año, necesitaremos que un profesional acuda a nuestra vivienda e inspeccione toda nuestra instalación fotovoltaica para asegurarnos su correcto funcionamiento. Además de los paneles solares, podrá revisar el resto de elementos de la instalación, como, por ejemplo:
- Cableado y electricidad. Por ejemplo, revisará que los cables no tocan el techo, que siguen sujetos al marco del panel con abrazaderas o que su revestimiento se encuentra intacto.
- Estructura. Buscará signos de daños, elementos sueltos o acumulación de suciedad.
- Inversor. Inspección y limpieza de todo el aparato, análisis de sus conexiones eléctricas y un ajuste de las que hallen sueltas y reemplazo de cualquier pieza que falle.
Otras revisiones puntuales
El cuidado de nuestra instalación fotovoltaica de autoconsumo debería quedar cubierto con estas tareas regulares de limpieza y mantenimiento. No obstante, se pueden dar situaciones en las que requiramos mantenimiento antes de lo esperado. El mayor indicio de que necesitamos una revisión no programadas es una brusca reducción en la producción de energía. Si notamos un descenso importante en la energía producida por nuestros paneles y un aumento de la factura eléctrica, debemos contactar con el servicio técnico de inmediato para darle solución.
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