El inversor es otra pieza clave en tu instalación fotovoltaica de autoconsumo ya que es el componente que te va a permitir transformar y gestionar la energía que han generado tus paneles solares. Veamos sus dos funciones con más detalle:
- Transforma la corriente continua (CC) generada por las placas en corriente alterna (CA), que es el tipo de corriente que emplean la mayoría de dispositivos y electrodomésticos que usamos en nuestros hogares y oficinas, y también el tipo de corriente que podemos inyectar a la red eléctrica.
- Cuantifica la energía que han generado los paneles solares, la energía que consumimos y la energía que vertemos a la red. El conocimiento de estas tres variables nos permitirá ajustar nuestros hábitos de vida para sacar el mayor provecho a nuestra instalación fotovoltaica y con ello ahorrar en nuestra factura de la luz.
El inversor es otra pieza clave en tu instalación fotovoltaica de autoconsumo ya que es el componente que te va a permitir transformar y gestionar la energía que han generado tus paneles solares.
Actualmente, existen tres clases de inversores. Estas son sus características:
Inversores no híbridos e híbridos
Los inversores no híbridos carecen de batería donde almacenar energía, por lo que, en caso de existir un sobrante de energía, ésta se vertería a la red eléctrica. Por el contrario, los modelos híbridos cuentan con batería recargable. Esto permite almacenar la energía generada por los paneles, pero no usada de forma inmediata.
Inversor central o microinversores
El inversor central gestiona la energía que generan todos los paneles solares de la instalación, mientras que cuando nos encontramos con paneles que son gestionados por inversores independientes, estaremos ante microinversores.
Inversores monofásicos y trifásicos
Responden al tipo de red al que conectamos la instalación fotovoltaica de autoconsumo. Emplearemos los primeros si nuestra red es monofásica, y los segundos si se trata de una red trifásica.