El peso que supondrán los paneles solares y las estructuras que los soportarán es otro de los factores importantes que debemos tener en cuenta cuando realizamos una instalación fotovoltaica de autoconsumo en un hogar o negocio. Como los paneles solares se montan en exterior, deben fabricarse lo suficientemente resistentes y fuertes como para soportar todo tipo de condiciones climatológicas.
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Diferencias de peso en función del tipo de placa solar
Junto con las estructuras de montaje y otros accesorios, nuestro techo soportará en última instancia en torno a 19 kilos de media por metro cuadrado. El peso aportado al tejado por nuestra instalación solar de autoconsumo dependerá del tamaño de los paneles solares o de su tipología.
Por un lado, las placas solares de 60 celdas, con una potencia de producción entre los 300 y 350 vatios, con un tamaño en torno a 164cm x 99cm y un peso 18 kilos, son la mejor opción para viviendas residenciales. En comparación, los paneles de solares de 72 celdas tienden a emplearse más en proyectos industriales y granjas solares. Al incorporar una fila adicional de células, produce unos 350 y 400 vatios, pero también aumenta su tamaño (195 x 100 cm) y su peso (24 kilos).
Por otro, los paneles solares monocristalinos, más caros pero más eficientes con el tiempo, suelen ser más pequeños y pesan alrededor 13 a 18 kg, mientras que las placas solares policristalinas, más económicas pero con un rendimiento menor, pesan alrededor de 20kg por panel.
¿De qué depende el peso de un panel solar?
Las células solares, la parte de los módulos solares responsables de generar la electricidad, son relativamente ligeras y apenas pesan unos pocos cientos de gramos en conjunto.
La mayor parte del peso de un panel solar lo aportan las estructuras de protección. Por un lado, y sobre todo, por el vidrio templado que protege las celdas solares de agentes externos, como granizo, lluvia o ramas de árbol que pudieran caer sobre ellas. En concreto, debe ser capaz de resistir el impacto de una piedra de granizo de 2,5 cms de diámetro a una velocidad de 80 km/h sin sufrir daños. Cuánta más potencia tenga el panel, más celdas contendrá, y, por tanto, más superficie habrá que proteger con el vidrio templado y más pesada será la placa.
En segundo lugar, el marco de aluminio también aporta una parte significativa del peso. Este marco cumple una doble función: protege a los componentes internos de tensiones mecánicas y térmicas y nos facilita puntos de anclaje para montar la instalación. Como con el caso del vidrio, su peso aumenta proporcionalmente al tamaño del módulo.
El viento, un factor de sobrecarga
Las placas solares representan una sobrecarga extra aunque relativamente pequeña sobre los tejados en las que se colocan. A día de hoy casi no existen cubiertas que no sean capaces de soportar una instalación fotovoltaica de autoconsumo.
Más allá del peso, a la hora de realizar el estudio previo de la instalación fotovoltaica de autoconsumo es fundamental considerar también la exposición al viento de la estructura. En función de la altitud, de la ubicación de la vivienda y de otros factores, el viento se puede acumular bajo los módulos solares y hacer efecto vela. Como consecuencia de esa presión hacia arriba, las estructuras de soporte y los elementos de anclaje podrían llegar a experimentar una fuerza importante en dirección contraria a la cubierta que se deberá tener en cuenta en los cálculos.
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